viernes, 25 de noviembre de 2011

La diferencia entre la nevera de un txoko y la de un hotel

Las ideas son uno de los intangibles más abundantes, puesto que todo el mundo tiene, y sin embargo la gran mayoría quedan relegadas al olvido. El encuentro En la nevera estuvo dedicado a debatir maneras de reutilizar las ideas, utilizando la metáfora de este electrodoméstico como lugar donde guardarlas en forma de bienes comunes que otras personas puedan recuperar.




"Expresar las ideas propias es una necesidad humana", explicaba Fernando Echevarrieta, uno de los fundadores de Ideas4All. La plataforma ofrece un espacio para que la gente publique sus ideas, vote y contribuya en las de los demás, y ha tenido un éxito enorme desde que se puso en marcha en el año 2008. Echevarrieta explicaba que en el espacio hay muchas ideas malas, pero que esa es la única forma de tener buenas, "las malas ideas también son muy útiles porque pueden ser el principio para ir hacia algo interesante". Según su experiencia, las personas comparten sus ideas tanto por dinero como por solidaridad -por tratar de dar soluciones a problemas que afectan a otros-, o porque quieren algo que no existe en el mercado. También, por buscar el reconocimiento de los demás. Según el director de Desarrollo y Tecnología de la plataforma,
la gran mayoría de los usuarios, alrededor del 73%, regalan sus ideas bajo licencias Creative Commons, aún cuando tienen la opción de usar grados de protección más altos.
Por otro lado, la directora de la Fundació Antoni Tàpies, Laurence Rassel, habló de la reutilización de las ideas desde una perspectiva diferente. Desde la fundación tienen en marcha un proyecto para abrir todos los archivos que genera la entidad, desde los programas y trípticos de una exposición a los dibujos técnicos de las instalaciones o los documentos relacionados con la organización de un evento. La propuesta consiste en trasladar la idea de centro de documentación al espacio virtual, un trabajo que según Rassel pretende abrir otras posibilidades de trabajar a partir de estos archivos. El proyecto está todavía en desarrollo, pero desde la Fundació Antoni Tàpies están trabajando ya con centros educativos y grupos relacionados con el arte. "Es una forma de abrir las paredes y saber cómo se crea una exposición, entender el proceso", explicaba la directora de la fundación.
Por último, Ricardo Antón de Amasté, organizadores de la jornada, habló del procomún en el ámbito de los intangibles, usando diferentes tipos de nevera como metáfora para ilustrar las situaciones que se dan en torno al uso de bienes comunes. La nevera de un hotel se gestiona mediante el pago por usar lo que contiene, muchas veces prohibitivo, mientras que la de un txoko se basa totalmente en la confianza. Explicaba Ricardo Antón que tanto la confianza como la reciprocidad y la reputación son elementos clave para que se genere procomún. Algo que también se puede trasladar a las ideas con el aliciente que, al contrario de lo que pasa con los bienes tangibles, no se gastan al usarlas, sino que se reproducen.