El objetivo es ayudar a los investigadores a trasladar al mercado sus hallazgos"
ABCEMILIO BOTÍN JUNTO A LA INVESTIGADORA DEL CENTRO NACIONAL DE INVESTIGACIONES ONCOLÓGICAS, MARÍA BLASCO
ABCEmilio Botín junto a la investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, María Blasco
Es la primera vez que una fundación invierte dinero en la creación de empresas como fin social, en lugar de recibir dinero de las empresas para realizar acciones sociales. Llega un nuevo modelo de filantropía extraño en nuestro país. Si el proyecto funciona evitará que muchos avances españoles mueran en los laboratorios y en las universidades por falta de apoyo.
Hoy de cada 10. 000 investigaciones, solo 250 logran un desarrollo pre-clínico y solo una se convierte finalmente en un medicamento. La Fundación Botín dota de una estructura empresarial para que en dos años capten inversores que den continuidad al proyecto hasta llevarlos al mercado comercial.
La distancia entre el hallazgo en el laboratorio y su materialización comercial hoy es más pequeña. La Fundación Botín invertirá 40 millones de euros en crear durante los próximos cinco años veinte nuevas empresas basadas en las innovaciones de la elite científica española. Se trata de una oportunidad de oro para trasladar al mercado los avances que tengan un potencial comercial, ya sea en forma de fármacos o productos que mejoren el bienestar de la sociedad. Y también para generar riqueza y empleo de alto calidad en época de crisis.
El director de la Fundación Botín, Íñigo Sáenz de Miera, hizo ayer la presentación oficial de este programa pionero, arropado por algunos de los mejores investigadores españoles. Entre ellos María Blasco, José López Barneo, Juan Carlos López Otín, Manel Esteller o Manuel Serrano. «Los investigadores ya no investigarán solo para publicar, tendrán también la oportunidad de generar riqueza», dijo Sáenz de Miera.
La Fundación Botín no se limitó a presentar una idea. Bajo el paraguas del proyecto «Mind the Gap» ya han nacido dos empresas: Life Length y Axon Therapix que ya cuentan con sus primeros clientes.
La primera, desarollará los avances que María Blasco ha conseguido en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas en la medición de telómeros, los extremos de los cromosomas. La longitud de estas estructuras es clave en el envejecimiento y en el cáncer, por lo que esta tecnología puede convertirse en una potente herramienta para luchar contra estos dos grandes males. Entre otras posibilidades, ayudará a conocer la edad real del organismo y a testar nuevos tratamientos cosméticos y oncológicos. Esta joven empresa ha empleado a siete personas y cuenta ya con un cliente, un laboratorio estadounidense que busca probar el efecto de un fármaco contra el cáncer. Solo es el primer paso.
La compañía Axon Therapix, cuenta con el conocimiento del doctor José López Barneo de la Universidad de Sevilla para desarrollar una nueva terapia contra el párkinson. La Fundación Botín tiene además otros tres nuevas empresas basadas en proyectos de investigación a punto de materializarse.
Evaluación rigurosa
Entrar en este semillero de compañías no está al alcance de cualquier innovación. La creación de la empresa pasa por una rigurosa evaluación de los proyectos por parte de las propias instituciones a las que pertenecen los científicos. Posteriormente un comité internacional, que variará con cierta periodicidad, será quien dé prioridad a las inversiones basándose en la calidad de los proyectos y su proyección comercial.
La doctora Blasco aseguró que el proyecto «tiene un valor incalculable». El programa «abre el camino para que España se convierta en un ejemplo de éxito», dijo.
Fuente. ABC.es.
http://www.abc.es/20110211/sociedad/abcp-fundacion-botin-invierte-millones-20110211.html
